El lujoso automóvil de colección está de regreso y ahora cuenta con aditamentos de última generación que muy pocos tendrán la dicha de disfrutar.
Entre sus excéntricas características encontramos una pantalla de humo que es expulsado a través del escape, un escudo trasero antibalas, un asiento de escape (no funcional, pero que puede moverse) y un fascinante quemacocos para darle un último toque de impacto, elegancia y lujo.
En la primera serie de este carro se produjeron alrededor de 900 ejemplares (1963 – 1965) y a lo largo de su historia ha sido imagen icónica en diversos largometrajes, el más conocido Goldfinger (Sean Connery), cinta protagonizada por el agente James Bond en donde el Aston Martin DB5 demostró ser un vehículo insólito y lleno de sorpresas.
Aunque el original es digno de presumirse, no se puede manejar de manera cotidiana debido a sus exuberantes características, sin embargo, es un verdadero halago para los amantes de los autos clásicos que gozan que coleccionarlos.
Este modelo tiene un costo de 91 millones de pesos y de acuerdo con el proceso de producción, cada automóvil es construido en 4 mil 500 horas.
El exitoso diseño del Aston Martin va de la mano con la innovadora estructura con la que está creado, ya que los autos deportivos de esta firma son famosos por su vanguardista y sofisticada ingeniería.
¿Impresionante, no? Aunque lamentablemente es un carro de película disponible sólo para un grupo de consumidores selectos.
@ZonaDeOpinionMX
Fuente: CQ