Si coleccionas vinos y te gusta conservarlos a todo lujo, te convendría tener una cava en casa, ¡es muy sencillo!
La cava tiene que estar ubicada en algún lugar de tu casa donde haya la menor cantidad de luz, una temperatura baja constante y buena humedad. En general los espacios debajo de las escaleras, una bodega o un clóset alejado de ventanas, son ideales.
Antes de todo debes determinar el número de botellas, de acuerdo al espacio y, claro, a tu consumo. Una cava de 50 botellas es ideal, porque cubres el consumo anual y la reposición de botellas no será tan seguido.
Una buena cava debe de contener vinos de todo tipo , es decir, tintos, blancos, rosados, espumosos, secos, semisecos, dulces, fortificados, de guarda, jóvenes, etcétera, y así tendrás siempre un vino para cada ocasión.
Clasifica los vinos que conformarán tu cava como: vino estrella, vino de consumo y vino de guarda.
Vino estrella
Seguro tendrás un vino preferido, que es de buen precio y sabor, ese es tu vino estrella, ideal para reuniones inesperadas, antojos espontáneos o cenas informales.
Vino de consumo
Este es un vino que está listo para consumirse, son de los que más botellas tendrás en tu cava. Los vinos de consumo son para que rotes tu cava y vayas conociendo más del mundo del vino. Alguno de estos podría convertirse en vino estrella.
Vino de guarda
Estos serán los que permanecerán más tiempo en tu cava. Son vinos de precio elevado, que no han llegado a su plenitud, y que deben esperar para ser consumidos. Esos especiales que solo abrirás cuando hayas tenido la paciencia suficiente.
¡Ahora si!, estás listo para hacer tu propia cava.