Algunos, no satisfechos con un simple hámster o un gato adorable, optan por una mascota más exótica, como una serpiente o un mono. Pero llevarse animales salvajes a casa, casi nunca es una buena idea.
Muchas mascotas exóticas se venden legalmente y a menudo son criadas en cautiverio. Sin embargo, un gran número también se comercializa ilícitamente, sacadas de sus hogares en estado salvaje. El comercio ilegal de mascotas es una grave amenaza para las especies en peligro de extinción: miles de los animales capturados, mueren durante el primer año de ser traficados.
Los ecologistas y los veterinarios dicen que, de cualquier manera, la mayoría de las personas no se dan cuenta de los retos y los peligros que comporta cuidar a un animal salvaje. Esto pone en riesgo el bienestar de los animales y de las personas.
Para algunas personas, las serpientes son una pesadilla, pero otras están fascinadas por estos animales de sangre fría. Por este motivo, se trata de mascotas populares. Sin embargo, a menudo cuando se vuelven demasiado grandes, son abandonadas. Entonces, ¿qué sentido tiene?
Las tortugas acuáticas, originarias de América, son pequeñas y adorables cuando son bebés, y aparentemente requieren poca atención. Pero pueden crecer más de 30 centímetros de largo, exigen mucha dedicación y pueden vivir hasta 30 años. Otra cosa a tener en cuenta es que las tortugas son portadoras de las bacterias salmonela.
Mientras los ecologistas animan a la cría de pájaros en cautiverio, como una alternativa a la captura ilegal, miles son aprehendidos en estado salvaje y traficados vivos en los mercados de todo el mundo.
Muchas de las especies codiciadas están en peligro de extinción y se ven reducidas a unos pocos centenares de ejemplares en estado salvaje. Estos animales, sumamente inteligentes, también requieren muchos cuidados y un compromiso para toda la vida, ya que pueden vivir hasta 60 años.
Seguramente es una noticia poco sorprendente, pero los grandes felinos no están hechos para ser buenas mascotas.
Son depredadores, agresivos y necesitan muchos cuidados especializados. En los Estados Unidos, hay más tigres en los patios traseros que en el estado salvaje. La falta de vigilancia de los tigres en cautiverio supone que, a menudo no estén asegurados adecuadamente, con las potenciales consecuencias devastadoras para las personas y los propios tigres.
La falta de monitoreo de los tigres en cautiverio, comporta que se conviertan en el objetivo de ventas del mercado negro, lo cual se convierte en una amenaza para las poblaciones salvajes, ya que se estimula su demanda.
Por temas de salubridad, tampoco es buena idea comprar un animal exótico. Si está prohibido traer frutas, semillas o plantas, desde otros países, para evitar la llegada de plagas desde el extranjero, imagina las que podría traer un animal de contrabando, sobre todo si las mascotas son traídas de manera ilegal y no se les realizan los exámenes correspondientes, antes de internarlos al país.
Aunque existan especies que estén de moda o te llamen la atención, recuerda que lo primero es la vida.
Lo mejor que puedes hacer, es darle hogar a un animal que realmente lo necesite y, que sin duda, podrá retribuir con creces ese gesto. ¡Adopta y cambia la vida de un ser vivo!