De nuevo el mundo se tiñó de sangre, de nuevo sangre inocente se vio por las calles de Bruselas, en otro atentado terrorista.
De nuevo el terrorismo islamita atacó uno de los países de la Unión Europea; Bélgica fue víctima de estos hechos imperdonables. Un doble atentado por parte del Estado Islámico (ISIS) provocó la muerte de 30 personas, 30 inocentes que no tenían nada que ver con las ideas de ese grupo de «personas», que todo lo que desean es sembrar el terror a lo largo del planeta.
La mañana del 22 de marzo del presente año, dos ataques con bombas, uno en el aeropuerto y otro en la red del metro de dicho país, cimbraron uno de los países centrales del viejo continente.
Se supo, después de algunas investigaciones, que todo esto se derivó de la detención de un integrante de este grupo terrorista que, a su vez, tuvo alguna participación en los atentados que el año pasado se dieron en París.
Se tenían sospechas, por parte del gobierno belga, que en determinado momento, algo así pasaría, ya que la inteligencia del país tenía algunos sospechosos pero, como todos sabemos, este tipo de atrocidades son en cierto punto inevitables, nunca se sabe cuándo ni en dónde se van a llevar a cabo.
Sabemos que ISIS se ha dedicado, a los largo de muchos años, a causar muerte, destrucción y terror en muchos países de medio oriente, lamentablemente en los últimos años su rango de acción de ha expandido a países de Europa.
Sabemos, también, que su ideología se basa en controlar, manipular, extorsionar y sobajar a todas las personas que no estén de acuerdo con ellos; asesinan y torturan a miles de personas.
No comulgamos, de ninguna manera, con sus actos; no estamos de acuerdo con su manera de actuar y de intimidar a las personas, los actos de violencia que llevan a cabo nos parecen los hechos más lamentables y terribles en contra de toda la humanidad, en contra de millones de personas alrededor del planeta.
Recriminamos y deploramos toda acción de violencia, en contra de todo ser humano, de todo ser vivo, en cualquier rincón, en cualquier país.
Esperamos que los gobiernos civilizados del mundo, tomen cartas en el asunto, que emprendan acciones concretas y funcionales para que este grupo de personas no sigan provocando más daño y penas, a más personas.
#JeSuisBruxelles