Las obras sinfónicas figuran entre los mayores legados que nos han dejado algunos de los mejores compositores de la historia de la música clásica, como Mozart, Beethoven, Tchaikovski o Prokofiev.
Su origen se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII y su autoría suele otorgarse a Franz Josep Haydn, quien habría ideado este tipo de composición musical, a partir de la obertura italiana de ópera. A lo largo de toda su vida compuso más de 100.
Aunque han evolucionado mucho con el paso del tiempo, las sinfonías son creaciones para orquesta, que se dividen en varios movimientos (inicialmente cuatro, aunque ahora las hay de tres).
El siglo XIX vio pasar a los grandes nombres de la historia sinfónica, y fue a comienzos del XX cuando se registró el mayor nivel de producción de este estilo musical.
Elaborar una selección de las mejores sinfónicas, corre el riesgo de dejar fuera algunas de las mejores producciones de la historia, a continuación algunos ejemplos que despertarán aún más el interés por la música clásica.
Berliner Philharmoniker; el nacimiento de esta orquesta alemana se remonta a 1882. Entre su interminable lista de directores titulares aparecen nombres tan afamados como Wilhelm Furtwängler, Sergiu Celibidache, Claudio Abbado y, por encima de todos, Herbert Von Karajan. Su repertorio es inagotable y su sede, la Philarmonie Saal, cuenta con una de las mejores acústicas del planeta.
Boston Symphony Orchestra, que es una de las Big Five estadounidenses. Entre otras cosas, por ese toque francés que conserva desde tiempos del director Pierre Monteux. En todo caso, el nombre más importante de la historia de esta formación es el maestro de origen ruso Serge Koussevitzky, quien la convirtió en una de las mejores orquestas del mundo. Además, la Sinfónica de Boston suele destacar por la gran calidad de sus directores invitados.
Chicago Symphony Orchestra, que para muchos es la mejor orquesta del continente americano, o al menos lo fue durante la época en la que su dirección corrió a cargo de Georg Solti, en la década de los 80.
Fue fundada en 1891 y entre sus grandes maestros aparecen, aparte del citado Solti, nombres de la talla de Artur Rodzinski, Rafael Kubelik o Fritz Reiner.