La Toscana italiana tiene un secreto para los millonarios y excéntricos. El Val D’Orcia es un rincón de aquel país, en donde viven sólo algunas personas, no llega el turismo y se expone la belleza del paisaje italiano en su máxima expresión.
Val D’Orcia, el valle italiano donde los happy few (‘’los elegidos’’, por decirlo de alguna manera) se recluyen y donde nadie se entera que ahí se encuentran. Val D’Orcia es una de las comarcas más bellas de la Toscana.
Este valle tiene un formato de Albergo Diffuso, un concepto de alojamiento que apareció en Italia en los años 80 y en los que el hotel y el pueblo se funden. En una calle está la recepción, unas puertas más allá, el restaurante, y las habitaciones y villas están desperdigadas y mimetizadas con el pueblo. Al llegar, uno recibe la llave y no existe ningún tipo de control. Los límites entre casa y hotel son difusos.
También se ha creado una fundación: Maria Mazzone Center for the Arts & Humanities, para recuperar los vestigios arqueológicos de la zona. Además, está detrás de la Academia Monteverdi, un festival de música que cada año celebra en la iglesia románica de la aldea.
Este maravilloso lugar es un Eco-lugar; cumple los estándares ecológicos y de sostenibilidad, que hacen sentir tranquilo a cualquier persona. El personal que trabaja es local, así como los materiales usados, los vinos de la Enoteca o las toiletries usadas, que son de La saponaria. Todo es italiano aquí.
Algo que sorprende es que este lugar, aunque está aislado no está desconectado. De hecho fue pionero en la zona en dotar de Wi-Fi a todo el pueblo, y se pueden subir fotos a instagram desde cualquier lugar de donde estés.
me recordo a corcega! muy bonito post 🙂
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