Hoy te presentamos una compilación de obras, las cuales deberían estar colgadas en la sala de tu casa. Aunque algunas ya fueron adquiridos en subastas o ventas privadas, no hay que perder la esperanza de que algún día las subasten de nuevo.
Les joueurs de cartes, Paul Cézanne. 1895
Los jugadores de cartas es una serie de pinturas al óleo del artista postimpresionista francés, Paul Cézanne. Pintadas durante el período final de Cézanne, a principios de los 1890, hay cinco obras en la serie. La serie es considerada por la crítica como uno de los pilares del arte de Cézanne, durante el período de principios a mediados de la década de 1890, así como un preludio de sus últimos años, cuando pintó algunas de sus obras más aclamadas. Un crítico describió las escenas como «naturaleza humana artificial», mientras que otro, especuló que la intensa atención de los hombres en su juego, refleja la de la absorción del pintor por su arte. El precio exacto de “Los jugadores de cartas” no se conoce, hay estimaciones que van desde los 259 hasta los 320 millones de dólares.
La Rêve (el sueño), Pablo Picasso. 1932
«La Rêve (El Sueño)» es una de las pinturas más sensuales y famosas de Picasso, representa a su amante Marie-Thérèse Walter sentada en un sillón rojo con los ojos cerrados. En 2006, Steve Wynn acordó vender la pintura a Steven Cohen por 139 millones de dólares, pero la venta fue cancelada cuando el Sr. Wynn dañó accidentalmente el cuadro. Finalmente, en el año 2013 «El sueño» fue adquirido por Steven Cohen, tras pagar 155 millones de dólares.
Retrato de Adele Bloch-Bauer I, Gustav Klimt. 1907
Este cuadro fue vendido por Maria Altmann, quien después de una larga y complicada batalla judicial, fue considerado legítima dueña de este Klimt y varios otros. La pintura fue comprada por Ronald Lauder ,para su Neue Galerie de Nueva York, para ser la pieza central de una colección de arte de propiedad judía, rescatado del saqueo nazi, que tuvo lugar en la Segunda Guerra Mundial.
El Grito, Edvard Munch. 1895
Esta emblemática obra, fue la pintura más cara jamás vendida en una subasta, hasta que fue superada por “Three Studies of Lucian Freud” de Bacon. Esta es la más colorida de las cuatro versiones de «El grito», y la única que sigue en manos privadas.
Garçon à la pipe, Pablo Picasso. 1905
Hasta ese momento, el precio más alto de una pintura jamás pagado en una subasta (los demás fueron todos ventas privadas), y además fue la primera pintura de romper la barrera de los 100 millones de dólares. Lo extraño es que nunca se hizo público quién expresó tal interés en el retrato de Picasso, de un fumador parisino.
Retrato del Dr. Gachet, Vincent Van Gogh. 1890
Salió a subasta en 1990 y fue comprada por el empresario japonés Ryoei Saito, esta fue, en aquel momento, la pintura más cara del mundo. Saito (entonces tenía 75 años) causó controversia en la época, afirmando que cuando él muriera, la pintura sería incinerada con él. Más tarde aclaró, que sólo utilizó la expresión para mostrar su intenso afecto por la obra.
Le Moulin de la Galette, Pierre-Auguste Renoir. 1876
En el momento de su venta en 1990, fue la segunda pintura más cara jamás vendida. Esta obra maestra fue adquirida por el presidente de Daishowa Paper Manufacturing Co., Ryoei Saito. Él quería ser incinerado con la obra a su muerte, pero sus empresas se toparon con problemas de préstamos y deudas, por lo que tuvo que ser vendida como garantía.
Masacre de los inocentes, Peter Paul Rubens. 1960
Comprado por Kenneth Thompson en Sotheby, Londres, en julio de 2002, la voluptuosa y dramática obra de Rubens (aunque recientemente algunas voces discuten sobre su autenticidad) también podría luchar por el título del «éxito más inesperado»: Christie había estimado su precio «solamente» en unos 5 millones de libras.
No. 1 (Royal Red and Blue), Mark Rothko. 1954
Esta obra fue pintada por Mark en 1954, cuando el artista se encontraba en su cénit creativo. Este majestuoso lienzo fue una de ocho obras seleccionadas personalmente por Rothko para su histórica exposición individual de 1954, en el Instituto de Arte de Chicago.
False start, Jasper Johns. 1959
Esta obra, anteriormente propiedad de Geffen y supuestamente vendida al director y jefe ejecutivo del Citadel Investment Group, Kenneth C. Griffin. El precio convierte esta pintura en la más cara vendida por un artista vivo, el icónico Jasper Johns.