Todos, en algún momento de nuestra vida, soñamos con ser astronautas, poder viajar al espacio, caminar sobre la superficie de la Luna o de algún otro planeta, ver las estrellas, admirar la magnitud de la tierra, y un sinfín de experiencias que muy pocos tienen la oportunidad de vivir.
Pocos seres humanos, a lo largo de la historia de la humanidad, son los afortunados en conocer el espacio, de salir de la atmósfera terrestre, y poder estar en la inmensidad del universo.
En esta ocasión nos enfocaremos en el hombre que paso un año en el espacio, si… un año.
Estamos hablando del astronauta Scott Kelly, que se sometió a este experimento de la NASA, todo con la finalidad de conocer los efectos que tiene la falta de gravedad en el cuerpo humano, para poder desarrollar tecnología que, en un futuro, ayude a realizar estancias más prolongadas y, tal vez, recorrer distancias más grandes.
Su estancia la realizo en la Estación Espacial Internacional (EEI); fueron 340 días los que Kelly estuvo lejos de casa. 340 días en los que fue objeto de estudios y experimentación, para conocer los alcances del cuerpo humano.
¿Han pensado en pasar tanto tiempo alejados de sus seres queridos, tanto tiempo lejos de su hogar, a miles de kilómetros de la superficie terrestre? Seguramente es una prueba para la que no todos estaríamos preparados.
El señor Kelly aprovechó esta etapa de su vida muy bien, colaboró en la investigación y desarrollo científico, en beneficio de toda la humanidad, a la que regaló increíbles fotografías de la belleza y magnitud de nuestro planeta.
Les mostramos algunas de las más bellas imágenes que pueden observarse, desde la infinidad del universo.



Tras su regreso a la Tierra, mencionó:
«Estoy emocionado por las nuevas oportunidades que pueda tener, de apoyar y compartir el increíble trabajo que la NASA hace, para ayudarnos a volar más lejos en el Sistema Solar, y de trabajar con la nueva generación de líderes científicos y tecnológicos.»
El universo es algo que a muchos nos intriga y atrae; en ocasiones puede parecernos avasallador, pero siempre algo muy hermoso.