Un príncipe árabe compró esta casa en 2015 y la convirtió en el hogar más caro del mundo, con amenidades que parecen de ciencia ficción y un precio que casi nadie podría pagar.

El Château Louis XIV, ubicado en Louveciennes, Francia, fue construido entre 2008 y 2011 y está inspirado en distintos castillos franceses cerca de Versalles. Sirvió de resguardo para la boda de Kim Kardashian y Kanye West.

La idea se le atribuye al sobrino del multimillonario Adnan Khashoggi, llamado Emad Khashoggi, su idea principal fue recrear el inmueble como si tuviera siglos de haber sido construido, pero con todas las amenidades del siglo XXI y lujos tecnológicos, desde el sistema de fuentes hasta el aire acondicionado inteligente y controlado desde un iPhone.

¿Pero quién es el propietario de este inmenso y lujoso lugar? Nada más y nada menos que el heredero al trono de Arabia Saudita, el príncipe Mohamed bin Salman -que recientemente ha estado en boca de todos por el tema del petróleo, la compra del equipo inglés de fútbol Newcastle y la captura de la princesa Basmah bint Saud- quien en 2015 adquirió la propiedad por una suma que ronda los 300 millones de dólares.

El Château cuenta con estatuas de mármol, un jardín de 57 mil acres, una lujosa sala de meditación, discoteca, vinoteca con capacidad para 3 mil botellas, fuentes con hojas de oro, albercas, dos salones de baile, cine y murales al estilo Michelangelo.

Además de los lujos antes mencionados, la residencia incluye dos suites equipadas -además de bastantes habitaciones- 2 cocinas de tamaño industrial, una planta dedicada al ocio con salones de juegos y la discoteca, el único acuario subterráneo privado de Europa y una fuente de oro macizo.

Según el New York Times, el príncipe no quedó satisfecho con su nuevo castillo, pues también adquirió un yate de 500 millones de dólares y una pintura de Leonardo da Vinci por 450 millones.

No cabe duda que el príncipe es una persona con gustos excéntricos, esta es sólo una de sus propiedades alrededor del mundo y hasta el momento es considerada la más costosa de todas.

Fuente: Revista Clase, Expansión

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