En el último año el precio de la vainilla ha llegado a niveles por encima de muchas especias, incluso se ha convertido en una de las más caras del mundo después del azafrán. Expertos señalan que su precio se ha elevado tanto por la alta demanda que ha creado alrededor del mundo, la extensa variedad y su delicioso sabor, que la han hecho  el nuevo oro de la gastronomía mundial.

La venta de la vainilla genera 70 millones de dólares en todo el mundo y existen más de 100 especies diferentes, desde la vainilla Borbón hasta la vainilla mexicana, pero su historia siempre ha sido relacionada a la exclusividad y a la opulencia.

Se dice que el emperador azteca Moctezuma solía beber una mezcla de maíz, miel y vainilla triturada, considerada desde entonces como la bebida de los reyes.

Volviendo a nuestra época, esta especie es con justa razón una de las más caras, pues su reproducción natural es difícil de conseguir. La flor de vainilla permanece abierta por poco tiempo y en este lapso tiene que ser polinizada a mano, además, las vainas que conocemos comúnmente son el trabajo de muchos meses en el que se sigue un procedimiento manual y natural para que, finalmente, tenga el sabor que tanto la caracteriza.

Es por esto que, con la amplia demanda, la vainilla se ha vuelto un bien escaso cuyo precio se ha elevado respecto a otras especias. Aunado a eso, el comercio mundial de la vainilla siempre ha estado vinculado a las cosechas de Madagascar, país que produce el 80% de esta planta y que gracias a los desastres naturales ha hecho que su precio esté  por los aires.

Empresas prevén que el precio tan alto no dure a largo plazo, aunque sólo naturaleza decidirá si continúa esta tendencia o la vainilla se convierte en uno de los ingredientes más caros y difíciles de producir.

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