El lujo ya sea por exclusividad o por calidad, es algo que se vende caro y por ende no todas las personas pueden permitirse la posibilidad de adquirir artículos o marcas de lujo, pues simplemente su economía no se lo permite o se tiene que priorizar otras cosas.
En el pasado comprar cosas de segunda mano no era tan común para personas con cierto poder adquisitivo e incluso era mal visto, sin embargo todo tiende a cambiar, debido al alza de precios de las principales casas y tiendas de lujo ha provocado que un sector de la población vea como una alternativa idónea comprar cosas de segunda mano, esto aunado a las nuevas tendencias ecológicas que están de moda en el mundo.
La sociedad constantemente está en un cambio y desde el 2017 la venta de artículos de lujo usado ha crecido un 65%, en comparación con la variación del 12% que tuvieron los productos nuevos de lujo, la consultora Bain & Co. espera que la compra de los productos usados de lujo crezca un 15% anual en los próximos años.

Debido a estos cambios algunas marcas de lujo se están subiendo al tren de mercado usado, marcas como Gucci, Stella McCartney o Burberry ofrecen a sus clientes la posibilidad de recomprar su productos para revenderlos a un menor precio, o enviarlos a e-commerce especializados en moda de segunda mano como The Real Real a cambio de un porcentaje.
Esta nueva propuesta de negocio no es aceptada por todas las grandes marcas de lujo, empresas como Hermes, Louis Vuitton o Chanel se oponen a esta tendencia y siguen conservando su habitual modelo de negocio.

Si te gusta el lujo y te gustaría comprar objetos de segunda mano, te damos algunas páginas de internet que pueden ser de utilidad.
● Vestiaire Collective
● Rebelle
● Style Tribute
Sin duda muchas personas sueñan con comprar cosas de lujo, al no tener el suficiente capital, comprar cosas de lujo de segunda mano se ha vuelto una opción más que interesante para poder acceder a los objetos más exclusivos que en otras circunstancias eran difíciles de acceder.

Fuentes: La República, El País, La Vanguardia