En los últimos años hemos visto cómo grandes marcas han ofrecido una mirada de “empoderamiento” de la mujer, y no es de extrañar ya que la mayoría de la población de nuestro país son mujeres. En 2015 había 94 hombres por cada 100 mujeres, una diferencia de 3.4 millones.
Las empresas de lujo han entendido esta realidad, por lo que el empoderar a este grupo de la sociedad se ve reflejado en un ámbito cultural y social, pero también económico.
Por otro lado, las empresas de lujo saben que una mujer participa, casi siempre, a la hora de una compra, sobre todo cuando se trata de algo fastuoso o muy costoso. Es por esto que firmas como Grupo Kering (Gucci, Yves Saint Laurent, Bottega Veneta) lanzan cada año campañas en contra de la violencia de género, en las cuales trasmiten tanto los valores de la marca como de sus productos y donde todas las partes se ven beneficiadas.
Otro movimiento que motiva el avance de las mujeres es la campaña de Lancôme “Write her future”, la cual promete donar parte de sus ganancias a programas de alfabetización y poner especial atención en madres de familia jóvenes que no sepan leer ni escribir para así mejorar su calidad de vida y la de sus hijos.
Otras multinacionales como Iberdrola y The Extreme Collection han lanzado campañas que, si bien no benefician directamente a la mujer, apoyan a las mamás que tengan hijos con problemas neurológicos, a través de la concientización para un diagnóstico oportuno de cualquier enfermedad relacionada y con métodos educativos para integrarlos a la sociedad.
Por último, la firma de joyería y relojería Cartier lanzó su campaña “Cartier Women’s Iniciative” que busca alentar a empresarias de todo el mundo a crear y transformar nuestra sociedad y al planeta, todo con el apoyo de expertos y el impulso de sus proyectos financiados por la misma marca.
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