Hace apenas algunos años, la tecnología y las conexiones por internet eran propias de un grupo selecto, hoy en día eso ha cambiado y ahora evitarlos representa mayor estatus.
¿A qué nos referimos? Las experiencias que tenemos gracias a las nuevas tecnologías se han limitado a simples monitores, donde casi todas nuestras actividades diarias se centran en el contacto con una pantalla.
Las marcas exclusivas se han dado cuenta que las experiencias físicas están desapareciendo, ahora un celular puede ayudar a buscar un hospital, un lugar donde comer, precios para viajar, etc. Cualquier actividad ahora sucede detrás de una pantalla.
La tendencia del lujo es a la desconexión tecnológica y digital, la élite quiere que sus hijos jueguen con muñecos, escuelas libres de celulares y pantallas para crear una más y mejores relaciones interpersonales. Y es que a pesar que la convivencia humana es más costosa para las marcas exclusivas, se han dado cuenta que las personas con alto poder adquisitivo están dispuestas a pagar por ello, disfrutar un día sin su teléfono, no revisar sus redes sociales o el correo electrónico se ha convertido en un símbolo de mayor estatus social.
El contacto humano ahora es un bien lujoso, el entorno digital está desapareciendo y cuanto más dinero tiene una persona, más gasta para evitarlos. Hoy en día, el gasto de la clase alta es mayor en experiencias como viajes y comidas de placer, que en productos u objetos.
En síntesis, la felicidad que ofrecían las redes de sociales a la élite ha ido cambiado, éstas son lo mismo para ricos y pobres, el correo electrónico es un servicio gratuito y conlleva una imagen de uso “común” poco atractiva para quienes tienen mejor nivel económico. En definitiva, a medida que aparecen nuevos productos o cualquier tipo de objeto táctil para el resto de la sociedad, desaparece en las vidas de la clase alta.
Muy interesante
Me gustaMe gusta